El navegador Brave incorpora nuevas funciones de lectura de IA a su chatbot centrado en la privacidad

Al leer páginas en Google Docs y Google Sheets, Brave utiliza una técnica llamada reconocimiento óptico de caracteres, que permite a Leo ver lo que ve el usuario. En el caso de los PDF, utiliza metadatos para comprender la estructura semántica basada en el árbol de accesibilidad de un archivo, que suelen utilizar los lectores de pantalla de los dispositivos para ayudar a las personas con discapacidad.

A Brave, de propiedad privada, se accede desde la barra lateral del navegador. También se integra con la búsqueda, de modo que los usuarios pueden chatear con Leo para saber más sobre el tema de un sitio web, examinar posibles sesgos o explorar distintos puntos de vista. Según el CTO y cofundador de Brave, Brian Bondy, el objetivo es hacer de Leo “lo más parecido a hablar con la persona que escribió el artículo y poder hacer preguntas sobre él”. Brave fue cofundado por Brendan Eich, que también inventó JavaScript y cofundó Mozilla.

“Brave siempre ha sido un agente de usuario”, explica Bondy. “Es como un software del lado del cliente que trabaja para el usuario y no para el operador del servidor. Pero el objetivo con Leo es básicamente ofrecer al usuario una visión más íntima de un artículo que está leyendo o de cualquier contenido que esté leyendo.”

Tras entrenar inicialmente a Leo con los modelos de IA de código abierto Llama de Meta, Brave cambió en enero a los modelos de Mistral AI, una startup francesa de IA fundada por antiguos investigadores de Meta y Google. Según Bondy, el uso de Llama 2-13-B tuvo una mayor tasa de alucinaciones que Mixtral 8x7B de Mistral. Añadió que Brave está en proceso de integrar la búsqueda Brave entre bastidores, lo que podría ayudar a comprobar los hechos de las respuestas de Leo y “dirigirlo en la dirección correcta.”

Leo no es tan famoso como ChatGPT, Copilot y Gemini. Pero Brave, que debutó con su bot el pasado noviembre, tiene una serie de características de privacidad para Leo que podrían atraer a los usuarios preocupados por la privacidad. Aunque por ahora Leo sólo está disponible para ordenadores de sobremesa, la empresa afirma que “muy pronto” habrá una versión móvil para Android y, posteriormente, para iOS de Apple.

Brave también carece de algo que sí tienen otros chatbots: no utiliza anuncios dirigidos. Eso es por diseño, lo que podría ser atractivo para algunos usuarios que no quieren preocuparse de ser rastreados por Meta, Google o Microsoft.

“En realidad, no estamos formando modelos desde cero”, explica Bondy. “Sólo conectamos a los usuarios con los mejores modelos existentes a los que podemos acceder. No estamos en el juego de la recopilación de datos y cosas así”.

Sin embargo, eso no significa que Brave no esté considerando formas de añadir anuncios en Leo. Según su hoja de ruta para Leo, la empresa “podría ofrecer una opción de publicidad que preserve la privacidad” para quienes no quieran pagar por una versión de suscripción. También podría añadir formas de que el modelo ayude a los usuarios a “tomar decisiones de compra” basándose en información contextual.

Si alguien quiere utilizar otros modelos de IA -por ejemplo, Claude Instant de Anthropic-, Brave proporciona acceso a través de la API, pero lo aloja detrás de un proxy inverso. De este modo, se eliminan las direcciones IP y las preguntas pueden enviarse de forma anónima al servidor de chat. Brave también afirma que los datos personales no son almacenados por un modelo de IA ni por terceros proveedores.

Empresas como OpenAI han añadido recientemente formas para que ChatGPT recuerde las conversaciones. Sin embargo, las respuestas de Leo se borran después de ser enviadas y las conservaciones no se guardan en los servidores de Brave. En su lugar, Brave está buscando formas alternativas que respeten la privacidad para almacenar las conversaciones. Por ejemplo, Bondy dijo que podría considerar añadir almacenamiento sin conexión, precargar grandes modelos lingüísticos con información relevante y precargar asistentes de IA como Leo con información estructurada.

Brave no ha sido la única empresa que se ha esforzado esta semana. Otras empresas tecnológicas también han añadido nuevas funciones para analizar documentos con la ayuda de chatbots. El martes, Adobe añadió un nuevo asistente de IA a Acrobat y Reader para generar resúmenes, analizar documentos y encontrar respuestas. Un día después, Google anunció sus planes de incorporar sus herramientas empresariales de Duet AI bajo su paraguas Gemini como Gemini Workspace, al tiempo que estrenaba un nuevo modelo de IA de código abierto llamado Gemma.

“La IA generativa ofrece la promesa de experiencias documentales más inteligentes mediante la transformación de la información contenida en los archivos PDF en contenido procesable, de conocimiento y de aspecto profesional”, dijo Abhigyan Modi, vicepresidente de Adobe Document Cloud, en una publicación en un blog sobre las actualizaciones. “PDF es el estándar de facto para los documentos más importantes del mundo y las capacidades introducidas hoy son sólo el principio” comentó.